sábado, 21 de marzo de 2009

Rutina mañana

Se levantó, y parecía que al amanecer le faltaba un empujón. Estaba desayunando con su parcimonia habitual cuando vio el reloj, se le hacía tarde y entonces su buen humor se volvió tormentoso, se apuró lo más que pudo y salió, mientras cerraba la puerta suspiro resignada a no poder volver a la calidez y silencio de su casa que a la mañana se hace más seductora.
Caminaba automaticamente hacia su destino cotidiano, esquivaba a los que se detienen a hablar ocupando toda la vereda, a los que caminan en sentido contrario, la chocan y para colmo no se disculpaban por ir muy metidos entre los auriculares de su mp3 o muy apurados como ella, los cuales enseguida olvida por estar ocupada tratando de pasar a los que caminan delante, un poco más rápido que una tortuga y por supuesto la pista de obstáculos no es tal sin el recorrido a través de las mesas de los bares.
Esperó el colectivo unos 5 min, unos 10 min.... unos 30 min pero llegó. Se subió al transporte y viajó apretada y parada, agarradita de su bolso muy cuidadosamente y tratando de no caer, tratando que no la pisen y no le den un codazo de esos que se pierden cuando hay una multitud en un espacio tan reducido pero preferia viajar así que sentada con alguien que duerme y por ello ronca al lado...en conclusión, el viajar en colectivo era algo desagradablemente cotidiano sin contar los días que el mal olor es insufrible o el que escucha música a todo volumen.
Marianela descendio con el alivió casi celestial de dejar de sentirse enlatada y preguntandose: ¿como hará para viajar un claustrofóbico?.

3 comentarios:

  1. es verdad! jaja... esta buenisimo, tardé en pasar, sorry please, un besote
    te quiero

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  2. hola amiga, cuando escribís algo?? me encanta como lo hacés..

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  3. hola amiga, cuando escribís algo?? me encanta como lo hacés..

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